Tarea complicada, no imposible, que exigirá mucho esfuerzo y participación de los padres. Ayudar a los adolescentes a conocerse a sí mismos es el primero paso de la educación en la adolescencia. 

 Es muy importante alertar que los principales educadores de los jóvenes adolescentes son los padres. Los maestros están muy centrados en la enseñanza de las asignaturas, por eso los padres deben ser los verdaderos responsables de la formación moral de sus hijos.

En la adolescencia, como en la infancia, debemos estar cerca de nuestros hijos para ayudarles a tener un desarrollo integral y prepararles para una vida plena, atentos a sus necesidades y problemas y tratar de ayudarles a afrontar esta etapa de la vida.

La adolescencia es la etapa de la vida en la que el joven aspira y se esfuerza por saber quién es y quién quiere ser, en la que quiere conocerse a sí mismo y proyectar y elaborar los ideales de vida para el futuro. 

En este sentido, la principal ayuda que los padres pueden y deben dar a los hijos adolescentes es tener actitudes positivas hacia ellos. 

La demostración de los padres, hacia los adolescentes de simpatía, de aceptación, aprobación, apoyo, estima y respeto son fundamentales para que el adolescente construya una imagen sana y positiva de sí mismo, y esta valoración favorecerá de su desarrollo personal y autoestima. Las críticas desmedidas, las palabras feas, el hastío de los padres no ayudaran al desarrollo del chico, aumentarán la confusión de sus pensamientos y actitudes. 

Los padres deben ayudar a los hijos adolescentes  a desarrollar una conciencia crítica y reflexiva para que ellos puedan  observarse y a conocer sus intereses, talentos, sus fortalezas y carencias para aprovechar lo bueno, superar lo malo y desarrollar sus potencialidades.